El 27 de noviembre de 2025, Alba Reche aterrizó en La Chica de Ayer (Salamanca) para ofrecer uno de esos conciertos que se quedan grabados en la memoria. Aunque la sala es de aforo reducido, la energía que se respiraba desde la apertura de puertas anunciaba una noche especial: íntima, cálida y profundamente emocional.
Desde el primer instante en el que Alba pisó el escenario, interpretando temas como «No soy tu hombre«, «Creí en ti«, «Tan Guapa«, quedó claro que el público iba a vivir un viaje sonoro donde vulnerabilidad y potencia se entrelazaban de forma natural. La artista abrió con una selección de temas recientes, dejando claro el sello personal de la nueva etapa que está construyendo con su gira.
La iluminación tenue, el espacio cercano y la interpretación emocional de Alba ayudaron a crear una atmósfera idónea. Hubo momentos delicados, donde su voz —limpia, suave, afilada en los matices— llenaba la sala con una intimidad absoluta. Y también hubo explosiones de energía, de ritmo, de magnetismo puro, que hicieron vibrar a los asistentes.
Entre canción y canción, Alba conversó con el público, compartiendo pensamientos, sonrisas cómplices y pequeñas reflexiones que reforzaban la conexión con la sala. La audiencia respondió con aplausos largos, silencios atentos y una entrega total.
El final del concierto llegó con varios de sus temas más celebrados como «Digna de ti«, «La Posada«, dejando una sensación de comunión emocional que pocas artistas logran generar. Para quienes estuvieron allí, fue más que un concierto: fue un abrazo musical compartido.
Alba Reche no solo canta: narra, respira y transforma. En Salamanca lo volvió a demostrar.
