Fallece el Papa Francisco, a sus 88 años, debido un ictus cerebral que derivó en coma y fallo cardiocirculatorio irreversible
El Papa Francisco, cuyo nombre de nacimiento era Jorge Mario Bergoglio, falleció el lunes 21 de abril de 2025 a las 7:35 de la mañana en la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano. Tenía 88 años. Según el parte médico oficial firmado por el profesor Andrea Arcangeli, director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, la causa del fallecimiento fue un ictus cerebral que derivó en coma y fallo cardiocirculatorio irreversible.
Francisco, elegido Sumo Pontífice en 2013 tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, fue el primer papa latinoamericano y también el primero perteneciente a la Compañía de Jesús. Durante sus doce años de pontificado. Impulsó importantes reformas dentro de la Iglesia Católica, destacando su lucha contra los abusos, su apuesta por la transparencia económica y su defensa de un mayor papel de la mujer en la estructura eclesial. Su cercanía, humildad y preocupación por los más desfavorecidos definieron un estilo pastoral que conectó con millones de fieles en todo el mundo. También fue un firme defensor del cuidado del medio ambiente.
Su última aparición pública se produjo el domingo 20 de abril durante la tradicional bendición Urbi et Orbi en la Plaza de San Pedro, donde se le observó visiblemente debilitado. En las semanas anteriores había permanecido ingresado durante 38 días por una neumonía bilateral que afectó gravemente su salud.
La noticia de su fallecimiento ha provocado una profunda conmoción global. El expresidente estadounidense Barack Obama lo describió como «un líder excepcional que nos inspiró a ser mejores personas». En España, la Conferencia Episcopal destacó su compromiso con la renovación de la Iglesia y su sensibilidad hacia los más vulnerables.
En cumplimiento de su voluntad, Francisco será enterrado en la basílica de Santa María la Mayor en Roma, en lugar de la tradicional basílica de San Pedro. El protocolo funerario contempla tres días de capilla ardiente en San Pedro y los tradicionales nueve días de duelo, conocidos como los Novendiales. Tras ello, se convocará un cónclave para elegir al nuevo Papa.
Francisco deja un legado profundo como el “papa del cambio”, un pontífice que supo abrir la Iglesia a los retos del siglo XXI con valentía, humanidad y espíritu reformista.