Salamanca volvió a viajar en el tiempo anoche gracias a Pecos, que hicieron vibrar el Multiusos Sánchez Paraíso con un concierto que rozó la perfección: lleno total, público entregadísimo y una banda que, más que un grupo de los 70, parecen una máquina del tiempo capaz de juntar generaciones enteras bajo el mismo estribillo.
Para quienes crecieron con ellos, o para quienes los han descubierto porque sus padres no paran de ponerlos en casa, Pecos son historia viva del pop español. Todo empezó cuando Pedro José Herrero y Francisco Javier Herrero, dos hermanos madrileños, decidieron unir sus voces y su sensibilidad para componer canciones que, sin saberlo entonces, se convertirían en himnos emocionales para millones de personas. A finales de los 70 arrasaron con aquel sonido melódico que se coló en radios, televisiones y tocadiscos de todo el país. Su primer álbum ya fue un bombazo, y desde entonces su carrera solo ha sumado discos, giras y una fidelidad del público que muchos grupos actuales envidiarían.
Anoche demostraron exactamente por qué. Desde los primeros acordes la conexión fue total. El Multiusos estaba lleno hasta la bandera, con ese ambiente especial que solo se genera cuando la gente no viene a «ver» un concierto, sino a sentirlo. Y vaya si lo sintieron.
El momento cumbre llegó con “Háblame de ti”, la canción que ha sobrevivido a modas, décadas y plataformas. En cuanto empezó a sonar, aquello dejó de ser un concierto para convertirse en un coro gigantesco. El Multiusos se vino abajo —en el buen sentido— con miles de voces cantando al unísono un tema que sigue tan vigente como cuando salió del vinilo. Puro escalofrío.
Entre otros hits, no faltaron joyas como “Y te vas”, “Señora”, “Esperanzas” o “Caricia y beso”, temas que confirmaron lo que todos ya sabíamos: Pecos son un clásico que sigue moviendo masas sin necesidad de artificios. Solo música, emoción y una complicidad con el público que no se improvisa.
La noche terminó con ovaciones interminables y la sensación clara de que Salamanca asistió a algo más que un concierto: fue una reunión generacional, un homenaje a una trayectoria impecable y una celebración de la música que permanece.
Pecos no solo llenaron el Multiusos: llenaron de memoria, emoción y una energía que aún sigue flotando en el aire.
