El pasado 27 de noviembre de 2025, el Teatro Juan del Enzina de Salamanca se transformó en refugio de intimidad y emoción. Con su espectáculo “Acustiquísimo”, Zahara llenó el teatro — entradas agotadas — y ofreció una actuación que resonará en los corazones de quienes la vivieron.
Tan solo acompañada por guitarra eléctrica, guitarra acústica, teclado y efectos, la artista construyó un viaje sonoro lleno de matices, talento y honestidad. Su voz — mezcla de fuerza y dulzura — se alzó en distintos momentos con sencillez y profundidad, acompañada de arreglos minimalistas que invitaban a escuchar, sentir y respirar.

Fotografía Andrés Grande
El repertorio abarcó canciones de distintas etapas: desde viejos clásicos hasta temas recientes, mostrando su evolución como compositora y artista sin artificios. El público respondió con entusiasmo: silencios cómplices, aplausos cálidos, miradas que atrapaban cada acorde.
Hubo momentos de introspección, de emoción compartida, de comunión entre artista y audiencia. En una noche donde menos era más, Zahara demostró por qué su música consigue remover, emocionar, acompañar. Un “Acustiquísimo” que decidió quedarse en Salamanca como regalo.
